Podemos ver las vacaciones de verano como un suplicio cuando de estudiar se trata, porque los niños están en casa, porque nuestros amigos están divirtiéndose en la piscina.. por un montón de factores. Pero creo que lo mejor es considerar las vacaciones como el momento perfecto para prepararse y opositar.

Con tiempo libre, un ambiente más relajado y menos distracciones al salir fuera el resto de la familia, las vacaciones de verano nos brindan una oportunidad única para dedicarnos por completo a los estudios y maximizar las posibilidades de éxito en un proceso de oposición.

Ya sé que es difícil. Pero tenemos que estudiar si o si, así que mejor hagamos el momento lo más positivo posible. En este post, voy a tratar de transmitiros optimismo y motivación con una serie de consejos. ¡Hagámoslo!

Como ser productivas en verano

Antes de sumergirnos en los libros, porque en la piscina no podremos hacerlo siempre que queramos, es esencial crear un plan de estudio bien estructurado. Determinando nuestros objetivos de aprendizaje a corto y largo plazo y desglosando el temario en unidades más manejables.

Como siempre digo yo, me comería un elefante trocito a trocito. Nuestro temario es el elefante. Así que asignemos un tiempo a cada tema y estableciendo metas diarias o semanales para mantener la motivación y foco en progresar de manera constante.

¿Vas a salir de vacaciones a la playa o a la montaña? Seguro que si sales te llevarás los apuntes contigo. No te juzgo, yo me los llevaré al camping. Por eso aprovechemos el entorno veraniego para crear un espacio de estudio ideal. Busca un lugar tranquilo, bien iluminado y libre de distracciones (el hotel cuando todos se van, una terraza con una Cocacola…).

Si el clima lo permite, estudiar al aire libre puede ser una excelente opción para aprovechar el buen tiempo y respirar aire fresco mientras te concentras en tu preparación.

Organiza tus recursos y tiempo

Antes de las vacaciones, asegúrate de tener todos los recursos necesarios a tu disposición. Revisa el material de estudio, libros, apuntes y cualquier otra herramienta que necesites. Organízalos de manera que sean fácilmente accesibles y puedas encontrar lo que necesitas rápidamente, ya que estamos fuera de nuestro opozulo y las cosas no están en su sitio habitual.

Además, considera el uso de recursos digitales, como aplicaciones o plataformas en línea, que pueden complementar tus estudios. Yo no me muevo de casa sin mi iPad.

En cuanto al tiempo del que disponemos, durante las vacaciones de verano, puedes tener más flexibilidad en cuanto a tu horario de estudio. Aprovecha esta ventaja y establece un horario que se ajuste a tus necesidades y preferencias.

Algunas personas son más productivas por la mañana, mientras que otras pueden rendir mejor por la tarde o noche. Identifica tus momentos de mayor concentración y planifica tu horario de estudio en consecuencia. Yo, afortunadamente, estudio mejor por la noche, que es cuando menos calor hace.

Intenta, en la medida de lo posible, ser equilibrada. Aunque  la preparación de las oposiciones requiere dedicación y compromiso, es fundamental mantener un equilibrio entre el estudio y el descanso.

Aprovecha las vacaciones para relajarte, disfrutar de actividades recreativas y pasar tiempo con tus seres queridos. Esto te ayudará a recargar energías y mantener una mentalidad positiva y saludable durante todo el proceso.

Evita sentirte culpable

Es importante establecer metas realistas y alcanzables durante las vacaciones. Si bien es tentador querer cubrir todo el temario en un corto período de tiempo, esto puede llevar a la frustración y el agotamiento. Divide tu estudio en objetivos más pequeños y celebra cada logro alcanzado.

Esto te mantendrá motivado y te permitirá avanzar de manera constante hacia tu objetivo final.

Yo te ánimo desde esta pequeña atalaya, a estudiar mucho pero no dejar de disfrutar algunos momentos familiares o con amigos. Diviértete porque es genial para nuestro estado de ánimo, y tener un ánimo alegre favorece el estudio.

Podemos!! Da igual la época del año!! Podemos!!

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Como sabemos los opositores, el camino hasta nuestra plaza puede ser muy duro, de muchos altibajos que pueden hacernos pensar en abandonar.

Algunas personas tiran la toalla, otras seguimos luchando. Ambas decisiones son muy respetables, pero hoy quiero escribir este post para aquellos que siguen adelante, incluyéndome a mí misma. Porque necesitamos una dosis de motivación extra.

Por eso, la protagonista de este post es una mujer valiente y trabajadora que consiguió lo que deseaba a base de mucho trabajo. 

Siete años trabajando su vocación

Decidí pedir a Rocío, el enorme favor de colaborar conmigo en el blog de Opobox, a través de esta pequeña entrevista. Es una pena que no podáis escucharla como lo hice yo, porque transmite fuerza, habla con tanta pasión de su camino recorrido que podía ver su cara de orgullo a través de su voz.

Ella tiene 37 años, durante los cuales ha trabajado mucho por su futuro, dejando a un lado algunas partes de su presente. Estudió Trabajo Social, y cuando terminó su carrera comenzó a trabajar en una asociación. Al poco tiempo decidió que era buena idea abrir un centro de estimulación cognitiva. En este centro trabajó codo con codo y muy duro con un compañero. Ayudaba a personas con Alzheimer y a muchas otras personas que necesitaban de una trabajadora social.

Aquí comienza su batalla

Rocío tomó la decisión de opositar. ¿Cómo lo hizo? Dos fueron los motivos que le impulsaron a tomar esta tremenda decisión. Durante dos años, dando clases a opositores en su centro, de aquellas partes del temario en las que ella ya era profesional. Creó pequeños grupos de estudio. Ver como sus compañeros aprobaban su oposición, sembró en ella la semilla que más tarde daría su fruto.

Además durante su trabajo en este centro se dio cuenta de que las personas que necesitaban de un trabajador social, no siempre tenían la capacidad de pagarlo. Y decidió, definitivamente opositar, para poder ejercer su profesión y prestar sus servicios a todo el mundo, no solo aquellos con posibilidades económicas.

Francamente, me parece muy loable el motivo principal por el que estudió duro durante aproximadamente siete años.

Se presentó en 2017 y 2020 a examen, no aprobó en ninguna de las dos convocatorias. Pero eso no la frenó. A pesar de trabajar en su propio negocio durante tres años, lo que hacía que su tiempo de estudio no pudiera ser ni mucho ni constante, siguió preparándose. Para Rocío esta decisión se era en algo personal, un reto, un objetivo que se había convertido en su vida.

Cuando comenzó a trabajar de interina tuvo la oportunidad, y la agarró, de estudiar mucho más constante. De hecho, estudiaba todos los días salvo los sábados.

¿Qué sacrificó?

Mientras teníamos esta cordial charla le pregunté: » Rocío, ¿qué sacrificaste durante tus años de estudio?»

Su respuesta es digna de reflexión. Sus palabras fueron: «Sacrifiqué muchísimo. Sacrifiqué navidades, tiempo en familia como cumpleaños, cuando alguien estuvo ingresado en el hospital yo no podía ir, muchas semanas santas… (Rocío sevillana y vive la semana Santa con muchísima pasión)»

Lo que más me llamó la atención es que perdió amigos. A veces la oposición puede absorber nuestra vida social. Afortunadamente a Rocío la apoyó fuertemente su familia y los amigos que fue conociendo en su trabajo. Su familia la apoyó hasta tal punto que, cuando en 2022 se enteraron de que había conseguido su primera plaza (aprobó dos oposiciones), ellos lo celebraron como si fueran suya propia.

Mereció la pena

A a pesar de todo lo que sacrificó, asegura que ha merecido la pena. Ha conseguido con un esfuerzo y siete años de su vida poder trabajar como quiere y donde quiere. Vivir su vocación. Además se ve recompensada por los grandes amigos que ha hecho durante este arduo trabajo. Personas que han comprendido de verdad en qué consiste opositar.

Por todo esto Rocío me parece un ejemplo de sacrificio y esfuerzo que nos puede motivar a seguir adelante con nuestra oposición. 

Rocío demuestra con su ejemplo que no es imposible aprobar una oposición y conseguir la plaza que tanto ansiamos. Que aunque no veamos la meta muy cercana está ahí y se puede conseguir corriendo sin parar.

Os animo a que sigáis a Rocío en su Instagram, @rocio_damas86 Créedme que no se arrepentiréis.

Mil gracias Rocío por abrirnos la puerta de tu opozulo y dejarnos verte estudiar con ahínco.

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Preparar una oposición no es nada fácil, mucho menos si lo haces por libre. Y es que no todas las personas que deciden opositar tienen la posibilidad de ir a una academia. Ya sea por motivos de tiempo o por motivos económicos (ya que las academias no son nada baratas).

Por esto mucha gente decide estudiar su oposición sin ir ninguna academia y estudiar por libre, confiando mucho en sí mismo (lo cual admiro).

Consejos para estudiar una oposición por libre

Una de las claves para estudiar por nuestra cuenta es que tengamos un plan de estudio estructurado. Podemos investigar sobre el temario de la oposición que nos disponemos a estudiar y organizar el contenido en módulos o bloques de estudio. De esta manera, podremos establecer objetivos claros y reales para cada periodo de estudio, dividiendo el temario en secciones más manejables que el temario por completo. De esta manera mantendremos el enfoque en lo importante (nuestra oposición, y no a tele, los libros, las series..) y el progreso constante (la constancia es muy importante para aprobar la oposición).

Tenemos la inmensa suerte de vivir en la era tecnológica y de internet. Internet es una herramienta invaluable para estudiar por nuestra cuenta la oposición, ya que tenemos una amplia gama de recursos en linea, algunos gratis, a los que acudir siempre y de manera instantánea.

Existen temarios online, test, incluso aplicaciones que nos pueden ayudar a concentrarnos y a motivarnos (lo cual es estupendo, porque todos sabemos que ambas vienen y van en el largo camino que supone opositar). También existen foros de oposiciones a los que puedes entrar a resolver dudas, ya sea sobre el temario, sobre fecha de examen,…. En definitiva, que internet nació para facilitar la vida a nosotros, los aplicados opositores.

Estudiar por libre tiene una gran ventaja y es que al tomar apuntes y crear nuestro propio temario, conseguimos aprender y retener información . Usa técnicas de visualización, como mapas mentales o diagramas, para facilitar la compresión y, sobre todo, la memorización. Además, escribir y reescribir la información, no es una pérdida de tiempo, ya que nos ayuda a retenerla con mayor facilidad.

Otra cosa mega práctica es hacer exámenes anteriores. De este modo, nos familiciaremos con el formato y tipo de preguntas que podemos esperar. Busca en internet exámenes y simulacros de exámenes. Evalúa tu conocimiento sobre la materia, indentifica áreas de mejora y ve acostumbrándote a la presión y el tiempo limitado que se experimenta durante el examen real.

Lo más importante de estudiar una oposición por libre

A parte de cualquier consejo que podamos aceptar, lo más importantes es la autodisciplina y la motivación. Por eso, establece metas a corto plazo (semanales por ejemplo) y celebra cuando cumplas tus propias metas para mantenerte motivada. Estudia a intervalos cortos, para no cansarte, desmotivarte y y entrar en el bucle negativo en el que a veces entramos los opositores.

La motivación puedes buscarla cuando se va. La concentración también. Pero tu eres dueña de tu autodisciplina. Puedes mantenerla y no dejarla ir. Estudiando cada día, aunque sea un poco, para no perder el hábito de estudio diario que te llevará a tu plaza.

Si hace mucho que no estudias, empieza despacio. Estudia cada día un poco, y ve incrementando tu tiempo de estudio. O si mides tu estudio por partes del temario, ve incrementando la cantidad de temario a estudiar. No dejes de hacerlo. Sé disciplinada, y adquirirás el hábito de estudio que tan lejos ves ahora.

Al final, estudies yendo a una academia o por libre, lo que consigas estudiar depende sólo de tí. Valora bien tus circunstancias, mira con claridad el tiempo que tienes para estudiar y…. Estudia!!

¡Mucha suerte y ánimo a todos mis opocompis!

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Soy de la opinión de que hay que conocer bien el proceso de elección que sigue la oposición que vamos a estudiar. Si no, la oposición se convierte en una cita a ciegas. Es decir, damos palos de ciego mientras estudiamos, y en la mayoria de los casos, perdemos el tiempo.

Por eso me he encargado de investigar un poco algunos cambios en los procesos de selección de los opositores en los últimos casos. Lo cierto es que el proceso puede varias entre unas oposiciones y otras, pero a grandes rasgos estos son unos cambios.

Cambios importantes en las oposiciones

Aquí os dejo, de manera muy resumida, cuatro de estos cambios de los que hablé anteriormente. Los responsables de estos cambios son los avances tecnológicos, cambios en las demandas del mercado laboral y la necesidad de garantizar una mayor transparencia.

1. Digitalización del proceso. Uno de los cambios más destacados en el proceso de selección de las oposiciones es la digitalización. Anteriormente, los candidatos debían presentar su solicitud en persona y enviar documentos impresos (hoy parece una locura, algo del paleolítico). Hoy en día, la mayoría de las convocatorias se realizan en línea, lo que facilita el acceso a la información y agiliza el proceso. Los aspirantes podemos descargar las bases, completar formularios y enviar la documentación requerida a través de plataformas digitales, lo que reduce el papeleo y los desplazamientos.
2. Mayor énfasis en la evaluación de competencias. Anteriormente, las oposiciones se centraban principalmente en los conocimientos teóricos adquiridos. Sin embargo, en la actualidad, se valora cada vez más la capacidad de los candidatos para aplicar los conocimientos en situaciones prácticas. Las pruebas prácticas, los ejercicios de resolución de problemas y las entrevistas de competencias se han convertido en elementos comunes en el proceso de selección, lo que permite evaluar las habilidades y aptitudes reales de los aspirantes.
3. Incorporación de pruebas psicotécnicas y personalidad. Esta evaluación busca medir características como la inteligencia emocional, el pensamiento lógico, la capacidad del trabajo en equipo y la adaptabilidad. A través de estas pruebas, los organismos públicos pueden evaluar la idoneidad de los candidatos para desempeñar el cargo al que aspiran, más allá de los conocimientos técnicos.
4. Mayor transparencia y objetividad. En busca de una mayor transparencia y objetividad, se han implementado cambios para minimizar posibles sesgos en el proceso de selección. Las convocatorias incluyen criterios de evaluación claros y transparentes, lo que permite a los candidatos conocer los estándares que se utilizarán para evaluar su desempeño. Además, se ha introducido la figura del tribunal calificador, independiente, compuesto por expertos en la materia, para garantizar la imparcialidad en la evaluación de los aspirante.
5. Modernización de las bases. Una de las principales transformaciones en el proceso de selección de oposiciones ha sido la modernización de las bases. En el pasado, las bases eran documentos extensos y complejos de comprender. Hoy en día, se han simplificado y estructurado de manera más clara y concisa, lo que facilita la comprensión de los requisitos y los criterios de evaluación por parte de los aspirantes.
6. Mayor peso de la evaluación continua. Otro cambio importante ha sido el aumento del peso de la evaluación continua a lo largo del proceso de selección. En lugar de basarse exclusivamente en una prueba final, muchas oposiciones ahora incluyen diferentes etapas de evaluación, como pruebas eliminatorias, pruebas de conocimientos específicos, entrevistas… Esto permite una evaluación más completa y justa de las habilidades y competencias de los aspirantes, reduciendo, de nuevo, el riesgo de sesgos o errores de selección.

El proceso de selección de oposiciones ha experimentado cambios significativos para adaptarse a los nuevos tiempos y garantizar una selección más justa y transparentes.

Teniendo en cuenta todo esto, sólo nos queda estudiar. Prepararnos a conciencia. Darle duro y tener una pizquita de suerte. ¡Mucho ánimo!

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Parece una pregunta con una respuesta muy lógica, ¿verdad? Pero no es así. Cada opositor tiene sus manías o costumbres, y por tanto, sus necesidades extra.

Los opositores no sólo necesitamos un temario, bolis y a estudiar. NO. Para estudiar de manera eficiente cada persona necesita “sus cosas”.

Os voy a contar que cosas son imprescindibles para mí, en mis horas de estudio. Sin ellas no estudio igual de concentrada, es decir, mis horas de estudio sin mis cositas no son igual de eficientes o productivas.

Para empezar, no puedo estudiar únicamente con el temario, en letra de imprenta. Sólo lo uso para leer el tema por primera vez y subrayarlo. Después suelo hacerme mis propios apuntes, con mi letra, y redactados a mi manera. No contenta con esto, también hago esquemas. Que son los que usaré para repasar. Repasar un tema sobre el primer temario que cogí, me desconcentra. Me agobio y termino por repasar poco mal. ¡Necesito resúmenes y esquemas escritos a mi manera y con mi letra!

Tener la ley junto a mi siempre, me tranquiliza. Porque la consulto mucho. Todos sabemos que hay leyes que se actualizan y aprenderla mal es un error gravísimo de cara al examen. Así que, miro el BOE muy a menudo. Soy un poco maniática.

Qué material necesito para opositar

Asumo el riesgo de parecer friki con las cosas que necesito para estudiar. Soy como los deportistas, tengo muchas manías.

1. Necesito mi flexo antiguo. Uno azul antiquísimo. Que ha estudiado conmigo en el instituto y la carrera. Forma parte de zona de confort. No sin mi flexo.
2. Cuadernos de tamaño A4 y A6 cuadrículados. Como os dije antes redacto mis propios apuntes y resúmenes. Para lo cual uso cuadernos microperforados y, a ser posible, con agujeros para poder ponerlos en mis archivadores. No me gustan mucho los cuadernos de tapa dura, por eso siempre tengo que tener alguno de tapa flexible. Los de tamaño A6 los uso para anotar ideas claves, que yo pienso que es preguntable en un examen, para tenerlas muy mano el día del repaso final.
3. Bolígrafos de todos los colores. Cuantos más colores, más captan mi atención los apuntes. El que más uso es el boli azul (supongo que como todas) pero el resto también son muy importantes. Los uso para hacer títulos, subíndices o subrayar. Así el temario es más visual y lo memorizo antes. Tengo varios bolis de 4 colores y alguno, también, de 10 colores. Pero los prefiero de uno en uno, porque me siento más cómoda para cogerlo a la hora de escribir.
4. Subrayadores fluor. Están muy de moda los colores pastel, y a mí cada vez me gustan más. Pero no sé estudiar sin mi subrayador amarillo fluor, tienen que ser de las marcas Stabilo o Mp. Aunque puedo usar otra marca en un momento dado, si no tuviera cerca estos. Todo lo realmente importante lo subrayo de amarillo. Los colores pastel los uso para cosas no tan relevantes. Al ser tan loca del amarillo, no tengo un código de colores, porque la inmensa mayoría de los apuntes van de color canario.
5. Folios “en sucio”. Son folios que uso yo en alguna ocasión, o mis propios hijos, y que aún se pueden usar. No me gusta nada tirar cosas sin terminar. Para esto si que soy maníática. Me pasa también con los bolis. Pero con los folios es increíble. Creo que tengo TOC. Uso estos folios para ir haciendo dibujitos mientras memorizo, o para hacerme microexamenes. Son cosas que no sirven para nada y después van a la basura. Por eso prefiero no malgastar más papel y usar papel viejo. Es una costumbre que tengo desde bien pequeña. Ya sabéis que yo era una empollona.
6. Agua. Imprescindible tener líquido al lado. Siempre tengo una botella de agua. También suelo tomar café. Soy muy cafetera. Y me gusta tomarlo mientras estudio. Pero la verdad que no lo tengo todo el rato, porque soy un poco torpe y ya se me ha caído alguna vez la taza mojando todos los apuntes. Por eso, cuanto más lejos de mi, un recipiente abierto con líquido, mucho mejor.
7. Muñequitos o detalles de mi hija. A Isabel le encanta hacer manualidades. Tengo mi mesita de noche llena de marcapáginas caseros. Y siempre pongo algo suyo en mi escritorio. Nada más motivador que mis hijos. Isabel de manera especial porque me anima continuamente a seguir adelante. Tenemos caracteres muy parecidos, y comprende todos mis miedos y debilidades, aunque solo tiene 7 años. La adoro, y la necesito.

Todo esto, y más cosas, necesito para estudiar de manera efectiva. Aunque la efectividad depende de muchas otras cosas también.

Para el examen necesito llevar siempre un reloj (pero que no sea inteligente, porque no dejan meterlo), dos o tres bolis azules, lápiz y goma de borrar (esto también lo necesito para estudiar, se me olvidó mencionarlo), y mi botella de agua.

¿Qué cosas necesitas tú? Espero que algo parecido a lo mío, para no sentirme un bichito raro.

Gracias por leerme siempre! Mucho ánimo opocompis!

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Después de escribir un post cada semana durante tanto tiempo y estar estudiando la oposición durante tantos meses, me apetece hablaros de mi experiencia personal al opositar.

Estudiar una oposición es un proceso muy largo, salvo para el primo de un vecino de mi tía que se lo sacó en pocos días. Y como todo proceso extenso tiene sus cosas buenas y sus cosas malas.

Cada opositora puede contar miles de cosas que le suceden de manera particular, porque cada persona es un mundo.

Si yo hago balance, puedo decir que mi experiencia es una montaña rusa de altibajos en las emociones. Y me atrevería a afirmar que es el resumen de casi todas las experiencias opositoriles. Pero no quiero enrollarme mucho, solo quiero contarlos lo que he aprendido durante este tiempo. Porque además de aprender el temario (mejor o peor) he aprendido muchas cosas que me valen para el día a día, para cada área de mi vida.

Cosas que he aprendido mientras oposito

1. He aprendido persistencia y disciplina personal. Conocer la importancia de tener disciplina es un punto a favor de opositar. Lo cierto es que yo soy una mujer muy perezosa, por lo que tuve que asumir a las malas el significado de ser persistente, y cuan necesario es en una oposición. Porque el camino hacia el éxito en una oposición implica dedicación constante, estudio riguroso y una determinación inquebrantable. A medida que avancé me di cuenta de que cada pequeño paso y cada hora de estudio es esencial para alcanzar mi meta: mi plaza. Además, la capacidad de mantenerme enfocada y disciplinada en medio de este desafío es una habilidad que se extiende más allá de la oposición y puedo aplicarla a cualquier aspecto de mi vida.
2. Organización y planificación. Para cubrir todo el temario, que es muy extenso, es necesario establecer un horario de estudio, dividir el contenido en secciones manejables y establecer metas realistas. A medida que me sumergí en el proceso, desarrollé cierta habilidad para administrar mi tiempo de manera, lo más eficiente, posible y priorizar tareas. Soy de la opinión de que estas habilidades de organización y planificación se vuelven invaluables en el ámbito laboral y personal. Me permitirá manejar proyectos y cumplir plazos en el terreno laboral.
3. Aprendo, también, resiliencia y adaptabilidad. Todos sabemos que el camino de una oposición no es siempre un camino llano, ni mucho menos. Más bien todo lo contrario. Hay millones de circunstancias que se convierten en minas bajo nuestros pies en el camino opositoril. Pero a medida que he encontrado obstáculos o dificultades, he aprendido a levantarme, limpiarme las heridas y buscar soluciones alternativas y ajustar mi enfoque si es necesario. Soy una persona muy inflexible. Cuando cambia algo en mi día a día, cambio que yo no tenía previsto o controlado, me pongo muy nerviosa y siento frustración. Ahora estoy aprendiendo a adaptarme a todo lo que viene y cambiar mi manera de estudiar, sin que sea doloroso para mí.
4. He desarrollado habilidades de estudio y aprendizaje. Tomé la oposición como una oportunidad más para desarrollar habilidades de estudio. Conocí nuevas técnicas de estudio, de las que yo no tenía constancia cuando hacía mi carrera universitaria. Yo estudié Diplomatura en Estadística, hace mucho mucho tiempo. Algunas de estas técnicas las deseché por ser incompatibles conmigo y mi manera de aprender, y otras las uso muchísimo. De hecho cambio constantemente de técnica, si veo que me atasco mucho. A veces, la monotonía no es tan buena como yo creo…. Y en el estudio tampoco.

Pero lo más valioso de todo lo que estoy aprendiendo durante el estudio de mi oposición, es compañerismo. Me di cuenta de que las oposiciones no son simple y llanamente competencia entre opositores. Gracias a mi perfil de estudiante de Instagram (@opositando_feliz) conocí compañeras en las que apoyarme. Yo también les ayudo en todo lo que está en mi mano. Al fin y al cabo, yo quiero mi plaza, no las del resto de los compañeros opositores.

Ya sabéis que si necesitáis algo, y está en mi mano, aquí me tenéis. Mucho ánimo opocompis.

Gracias por leerme!!

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Cuando yo empecé a estudiar la oposición, fue un poco caótico. Cogí un temario de una academia, que me costó un ojo de la cara, y empecé a estudiar sin planificar y sin tomar las decisiones oportunas. Pensaba que era como en la universidad. Yo estudiaba sin rumbo fijo, a mi rollo.

Obviamente, fracasé en el intento. Para empezar, estudiar una oposición no se parece mucho a estudiar una asignatura de la carrera. Opositar significa que tienes que trabajar de manera ardua mucho tiempo, sin fecha de examen. Opositar sin pensar y planificar es un error.

Además, había perdido el hábito de estudio. Desde que acabé la carrera hasta que me puse a estudiar una oposición pasaron más de diez años. Y siendo sincera, ya no podía estudiar igual. Ahora soy más mayor, tengo dos hijos, un trabajo, una casa… Cuando estudiaba la carrera, sólo tenía que preocuparme de mi trabajo y mis estudios, porque vivía con mis padres.

De esta manera me di cuenta de lo importante que es adquirir el hábito de estudio y una vez adquirido ser constante. A veces cuesta mantener el ritmo, porque falla la motivación. O surge algo que nos despista.

Pasos para establecer un hábito de estudio

Por eso quiero contaros los pasos que seguí para adquirir el hábito de estudio para opositar con corrección.

1. Establecí un horario de estudio. Lo primero es planificar el tiempo que se dedicará al estudio y establecer un horario realista (para evitar futuros sentimientos de culpabilidad). Es importante encontrar un horario que se adapte a nuestras circunstancias personales, considerando factores como el trabajo, la familia y otras actividades. Yo por ejemplo decidí, salvo contadas ocasiones, estudiar por la tarde-noche. Cuando los niños ya han cenado y no escucho de fondo el, tan temido, “mamiii”
2. Establecí objetivos a corto y largo plazo. Es importante establecer objetivos de estudio a corto y largo plazo. Los objetivos a corto plazo pueden ser tareas diarias o semanales, mientras que los objetivos a largo plazo pueden ser la preparación para un simulacro o la finalización de un tema completo (no te atasques con un tema, si ves que no avanzas… empieza otro que puedas acabar con facilidad. Pero cuidado con abandonar muchos temas o nunca acabarás tu temario)
3. Creé un ambiente de estudio adecuado. Es importante crear un ambiente de estudio adecuado, con buena iluminación (a ser posible natural) y una silla y una mesa cómodas (que no te hagan polvo las lumbares). También consideré el uso de herramientas digitales para facilitar el estudio, sobre todo la planificación. Yo utilizo la aplicación Trello.
4. Intenté evitar distracciones (súper mega difícil teniendo dos hijos). Evitar mirar el teléfono, más que nada porque vivimos enganchadas a las redes sociales, además de ser todo un logro es muy buena medida para enfocarnos en los estudios. ¿Cuánto rato al cabo del día pasamos en Instagram o TikTok? Si todos los días miráramos las estadísticas de nuestro móvil, nos daríamos cuenta que es una locura el tiempo que pasamos metidas en las redes sociales. Y francamente, casi todo lo que hay en ellas, es mentira. Usar la técnica Pomodoro puede ayudarnos a evitar distracciones. Porque se trata de estudiar un tiempo (en el que no miramos tele ni móvil ni nada de nada) y después descansar unos minutos (ahí ya podemos hacer lo que queramos, es nuestro recreo)
5. Ser persistente. Estudiar una oposición, como ya sabemos, es un proceso largo y exigente, por lo que es importante ser persistente (constante) y no rendirse antes las dificultades. Menos mal que nosotras somos unas guerreras, y las dificultades nos importan poco… Es importante recordar que el progreso en el estudio puede ser lento, pero cada pequeño paso es importante y contribuirá al éxito a largo plazo.

En definitiva, el hábito más importante al estudiar una oposición es la consistencia en el estudio. La planificación de un horario realista, la fijación de objetivos, la creación de un ambiente adecuado y la constancia en el estudio son los pasos fundamentales para establecer un hábito de estudio efectivo y productivo.

Como siempre digo, cada persona es un mundo. Tienes que ser realista, conocerte a tí misma y marcar tus objetivos. Nadie mejor que tu para decidir y valorar lo que supone opositar.

Muchas gracias por leerme siempre, Ángela

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¡Qué difícil es aprovechar bien el tiempo que tenemos para estudiar! ¡Mucho más para opositar!

Los exámenes de oposición requieren una cantidad significativa de tiempo y esfuerzo. Y lo cierto es que el tiempo no es algo que nos sobre. Por esto la disciplina cuando nos proponemos estudiar es importante, para maximizar la productividad y la eficiencia de nuestro estudio.

Hemos de ser eficientes cuando programamos nuestras horas de estudio para conseguir buenos resultados y obtener nuestro objetivo: ¡Nuestra plaza!

Consejos para gestionar bien el tiempo de estudio

Te propongo una serie de consejos, tomados de mi propia experiencia:

1. Crea un plan de estudio detallado. Coge papel y boli, y escribe un horario como los que hacíamos en el cole. Pero en vez de poner asignaturas, pondremos nuestras tareas y temas de estudio. Es decir, escribimos los días de la semana y las horas que tenemos en el día y ponemos en cada hora, de manera muy concreta, que debemos hacer en cada momento. Lo importante es cumplirlo, para lo que es mejor ponernos objetivos diarios y semanales.
2. Establece prioridades. Es esencial establecer prioridades al estudiar una oposición. Analiza los temas y áreas que son más importantes y enfócate en ellos. Esto te permitirá asegurarte de que estás estudiando lo que verdaderamente importa y te ayudará a optimizar el tiempo que tienes disponible.
3. Evita distracciones. Las distracciones pueden ser una gran pérdida de tiempo. Por lo tanto, es importante que eliminemos cualquier posible distracción. Si necesitamos concentrarnos, lo mejor es que apaguemos el teléfono móvil, dejando a un lado las redes sociales (que tanto tiempo nos roban) y evitemos cualquier actividad que nos separe del estudio (ver la tele, leer, …) Para eso lo mejor es que busques un lugar tranquilo, lejos de todo esto.
4. Haz descansos regulares. Tomar descansos regulares es fundamental para mantener la concentración y evitar la fatiga mental. El cerebro necesita un descanso para procesar la información y asimilarla adecuadamente. Es recomendable tomar descansos cortos después de períodos de estudio de 30-45 minutos. Durante esos descansos puedes caminar para mantener la energía y evitar el agotamiento.
5. Usa técnicas de estudio efectivas. Hay muchas técnicas de estudio que podemos utilizar para optimizar nuestro tiempo de estudio. Algunas de las técnicas más efectivas incluyen el uso de flashcards, realización de resúmenes, la realización de preguntas y respuestas y el uso de diagramas y esquemas. Estas técnicas nos permiten procesar y recordar la información de manera efectiva.
6. Mantén una actitud positiva. Que mantengamos una actitud positiva es fundamental para mantener la motivación y el enfoque. Estudiar para aprobar una oposición puede ser un proceso largo y difícil, pero es importante mantener la perspectiva y enfocarse en los resultados finales.
7. Busca apoyo. (yo lo hago un montón). Si te sientes abrumada o estresada, es importante buscar apoyo. Habla con amigos, familiares o colegas que hayan pasado por el proceso de la oposición. Seguro que conoces a alguien. Porque al final nos movemos en un espacio muy pequeños los opositores. También puedes buscar un grupo de estudio, esto es súper mega motivador.

Herramientas útiles para gestionar el tiempo

Existen diversas herramientas que puedes utilizar para gestionar nuestro tiempo de estudio de manera efectiva. Aquí te menciono algunas:

1. Agenda o calendario (yo soy más partidaria de agenda) Asigna bloques de tiempo específicos para estudiar y asegúrate de respetarlos.
2. Aplicaciones de gestión del tiempo. Existen varias aplicaciones disponibles que pueden ayudarte a gestionar tu tiempo de estudio. Algunas opciones populares son Trello, Asana, Todoist….
3. Temporizador. Un temporizador es una herramienta muy sencilla pero efectiva para gestionar nuestro tiempo de estudio. Establece un límite de tiempo para cada tarea y utiliza el temporizador para asegurarte de que no te excedes.
4. Lista de tareas pendientes. Hacer una lista de tareas pendientes puede ayudarte a mantener el enfoque y a asegurarte de que no se te olvide nada importante.
5. Aplicaciones de bloqueo de distracciones. Si no entrar a las redes sociales te cuesta trabajo, no olvides que hay apps como Forest para bloquear nuestro móvil. Quien evita la tentación, el pecado.

Recuerda que cada persona es diferente y tiene su manera de estudiar. Esto son solo unos consejos. Mucha suerte y ánimo!!!

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Cuando hablamos de liderazgo siempre (o casi siempre) nos viene a la cabeza un jefe dando órdenes a los trabajadores. O un grupo de personas en las que destaca uno, que tira del carro en el trabajo.

Es decir, siempre pensamos en un grupo de personas. Un líder ejerce liderazgo sobre un grupo de personas.

Pero no hay que confundir a un líder con un jefe déspota. El líder lidera con su ejemplo, con su buen hacer, con empatía. Con muchas características que no se aprecian a simple vista, pero existen.

Lo más importante es que también podemos liderarnos a nostras mismas. Esto consiste en no dejar llevarnos por circunstancias, emociones. Controlar nuestra vida, en definitiva. Considero muy importante este tema para quienes opositamos. Porque pasamos por mareas, por altibajos, por faltas de motivación, estrés, agobio. Si no dominamos estos factores vitales puede que dejemos de estudiar. O aún peor, que enfermemos. Opositar es una carrera que puede durar muchísimo tiempo. Y el agotamiento mental surge. Si controlamos todo lo que podamos de nuestras emociones (positivas o negativas) será más difícil agobiarnos y caer en la desmotivación.

El autoliderazgo es, por tanto, la habilidad de dirigir, motivar y controlarnos a nosotras mismas para lograr nuestras metas y objetivos. Esto no surge de la nada. Requiere trabajar en unas habilidades y conocimientos. A veces es muy laborioso, pero merece la pena intentarlo, porque nos permitirá adaptarnos a cambios, al duro trabajo de opositar…

Consejos para desarrollar el autoliderazgo y ser más productrivas

El autoliderazgo se refiere a la capacidad de liderarse a uno mismo. Es un proceso que implica ser consciente de tus fortalezas, debilidades, valores y metas, y utilizar esa información para guiar tus acciones y decisiones en la vida.

Ejercer el autoliderazgo no solo te ayuda a ser más efectivo y exitoso, sino que también te permite ser más feliz y satisfecha con tu vida.

Aquí os dejo unos consejos que me han servido a mí, la persona más inestable del universo.

1. Define tus objetivos. Para ser un líder efectivo, es importante tener una idea clara de lo que queremos lograr. Defínelos de manera específica. Cuanto más concretos sean, más fácil de trabajarlos. Por supuesto, procura siempre que sean realistas.
2. Desarrolla tu autoconciencia. El autoliderazgo también implica ser consciente de tus fortalezas, debilidades y valores. Tómate el tiempo que necesites para reflexionar sobre esto último. Identifica tus valores personales y asegúrate de que estén alineados con tus objetivos.
3. Sé proactiva. Los líderes efectivos son proactivos y toman la iniciativa en lugar de esperar a que las cosas sucedan. Si quieres ejercer el autoliderazgo debes ser proactiva en la consecución de tus objetivos.
4. Aprende de tus errores. Todos cometemos errores en la vida, pero los líderes efectivos aprenden de ellos y los utilizan como oportunidades para crecer y mejorar. En lugar de culparte a ti misma o a los demás de tus errores, analiza lo que salió mal y piensa como puedes hacerlo mejor en otra ocasión
5. Sé perseverante. El autoliderazgo implica muchísima perseverancia o constancia. No te desanimes a la primera vez que las cosas no salgan como tu esperabas. Sigue trabajando duro y caminando hacia tus objetivos. Creéme si te digo que la perserverancia es clave para alcanzar el éxito y también para el autoliderazgo.
6. Mantente positiva. La actitud es importante cuando se trata de liderazgo. Ser optimista en situaciones difíciles, ayuda más que si nos encerramos en la negatividad. Esto te ayudará a mantener la motivación, que como ya sabemos es esencial en nuestro camino en la oposición.

No es fácil autoliderarse. Pero es esencial. Así que no pienses más en si hacer o no, y procura desde ya controlar tus emociones, tu trabajo, tus objetivos. A darle duro!!

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Como encontrar motivación para opositar

De todos es sabido que una oposición se aprueba estudiando mucho y con un pelín de suerte (no nos vamos a engañar)

Los milagros no existen. Yo no conozco a una vecina de una prima de mi madre que haya aprobado una oposición a la primera, después de tres meses estudiando.

Opositar es un camino largo y arduo que implica muchas horas de estudio, más de las que deseamos. Y que, casi siempre, nos roba vida social, tiempo de ocio, horas de descanso…

Por eso necesitamos motivación y encontrarla no es tarea fácil.

Os pongo en este post algunos libros que pueden ayudarnos a encontrar la motivación. Porque a veces se esconde de tal manera que nos juega malas pasadas, y dejamos de estudiar. Nos provoca sentimientos de culpabilidad, estrés… En fin, que la motivación es importante.

Cinco libros imprescindibles para opositar

1. “De mayor quiero ser funcionario” de Alba Bastos. Es un libro inspirador para los opositores porque relata las experiencias y reflexiones de un funcionario público que dejó su puesto en el sector privado. Las experiencias de esta mujer nos pueden motivar, seguro que lo harán, a sacarnos la plaza. Además aporta consejos prácticos sobre los procesos de selección para la administración pública. Fomenta la reflexión al abordar conflictos que nos puedan surgir, lo que hace que aumentemos nuestra eficacia. A veces hay que parar y reflexionar, para volver con fuerza.
2. “El club de las 5 de la mañana” de Robin Sharma. Éste es un libro que ayuda a mejorar diferentes áreas de nuestra vida como la salud, nuestras relaciones.. Su principal objetivo es enseñarnos a apreciar el hecho de aprovechar bien las mañanas, madrugando (madrugando mucho). Establece una rutina que nos aportará energía duradera todo el día. Y sobre todo nos muestra como enfocarnos en lo realmente importante. Es muy motivador para alcanzar nuestras metas. En nuestro caso se trata de nuestra plaza como funcionario.
3. “Técnicas de memoria para opositores” Quienes opositamos tenemos que interiorizar muchísima información ya que los temarios son muy extensos. Este libro nos proporciona varias técnicas y estrategias para mejorar nuestra memoria y retener mejor y más rapido toda la información que debemos meter en nuestra cabeza. También es interesante porque nos da consejos para manejar el estrés o agobio que tenemos. Hay momentos del estudio en que controlar los nervios es complicadísimo. Por eso no está demás tener una ayuda extra. Y es fácil obtenerla en el interior de este libro.
4. “Píldoras para sobrevivir a opositar” de Emilio Cabrera. Creo que a Emilio, le conocemos la inmensa mayoría de los opositores. Pero ¿hemos leído sus libros? Yo os recomiendo éste en concreto. Es de gran ayuda para hacer una buena planificación de nuestro tiempo para estudiar. El autor es un opositor experimentado por lo que comprende perfectamente nuestras flaquezas, debilidades, momentos de tensión… y nos ayuda a solventarlos. Además de ser un gran motivador. Así que, dicho lo dicho, un libro más que recomendable. Incluso para aquellos que llevan años estudiando una oposición. Porque nunca se deja de aprender. Cualquier cosa nueva que aprendamos será bienvenida. Técnicas de relajación, de memorización… Lo que sea… Y Emilio Cabrera es un gran maestro de las oposiciones y queda muy claro en sus libros.
5. Por último, y aunque no sean libros o manuales motivacionales, os recomiendo mucho los libros de Vicente Valera. Por poneros un ejemplo, yo tengo “La Constitución de Martina” (y algunos más) Ya que tenemos que estudiar leyes como si no hubiera un mañana, al menso que sea un poco más ameno. Y Valera lo consigue con sus colores e ilustraciones. Martina nos ayuda a que la ley sea más liviana.

No hay milagros, como dije al principio. Esto lo quiero dejar muy claro. Ninguno de estos libros hará que apruebes si no estudias. Pero si te puede motivar y facilitar el tiempo que le dediques a la oposición. Así que, a leer y estudiar y…. ¡mucha suerte, opocompis!

Gracias por leerme siempre!

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