Publicado el Deja un comentario

Carta a la opopiña

Carta a la opopiña

Querida opopiña:

Por fin está acabando el confinamiento. Han sido dos meses muy largos. Sesenta días que se han extendido tanto que parece un siglo.

Antes de la cuarentena, inmersos en nuestras rutinas, nos quejábamos de no tener tiempo. Yo era la primera en quejarme. Y ahora ansiamos vivir nuestro día a día pre-cuarentena.

¿No tenéis la sensación de que algo ha cambiado definitivamente?

¿Qué ha cambiado?

No lo sé. Pero yo siento que hay un antes y un después después de este asqueroso virus.

El motivo de mi carta es felicitaros. Felicitaros por haber vivido estos dos meses de encierro de manera tan responsable. Ser responsable no significa ser heroínas. Somos seres humanos y tenemos emociones. Emociones que en algunos momentos nos han sobrepasado, y que otras hemos conseguido dominar.

Hubo momentos en que yo no sabía si reír o llorar. Qué necesitaba salir a toda costa (pero no lo hice). El día que nos dijeron que los niños podían salir con adulto, me dí cuenta de que era todo psicológico. A partir de ese momento no ansiaba salir, ansiaba ver a mis padres. Es que la mente puede ejercer un dominio sobre nosotros que ni nosotros mismos conocemos.

Por eso, ¡felicidades! Porque habéis vencido ansiedades y habéis manejado con destreza vuestra mente. ¡Campeonas!

En mi caso han sido mis hijos quienes más me han ayudado. Es cierto que a veces me han agobiado mucho, porque yo les permitía agobiarme. Pero me han dado lecciones enormes. Los niños están hechos de otra pasta, son moldeables. Se acoplan a casi cualquier situación. Y mis hijos me lo han demostrado. He visto en ellos pocos momentos de ansiedad. Y ahora sé el motivo: su mentalidad y actitud frente a la vida (en casa o en la calle).

Los cristales con los que miran ellos aún no se han ensuciado. Y siguen mirando y soñando a lo grande.

Agradecimiento a la opopiña

¿Qué perderíamos por ver la vida desde su inocencia, con nuestra experiencia?

No es magia. Las cosas no se consiguen con chasquido de dedos. Pero lo importante es dar el paso. Sólo hay que tomar la decisión firmemente y continuar el proceso.

Mi primer paso va a ser empezar a confiar en mi para poder lograr mis sueños. No son sueños enormes ni magníficos, pero son míos, y sólo por eso se convierten en importantes. ¡Cuéntame tus sueños, si quieres!

Tomaré esta crisis como un punto de inflexión. Va a ser un trampolín que me impulsará a sumergirme en las cosas que me gustan. Mi familia, mi plaza, opobox y escribir un libro. Sin pensar en a quién agrado o dejo de agradar. Siempre he pensado más en los demás que en mi misma. ¡Se acabó! Ponedme el trampolín, ¡que voy!

¿Me acompañas? En compañía será mucho mejor. ¿Qué cosas te gustan? Mira a tu alrededor.

Piensa que te gustaría hacer, y ¡hazlo!

De disfrutar NUESTRA VIDA se trata a partir de ahora.

No quiero acabar mi carta sin daros las gracias. Cuando abrí mi Instagram, lo hice para motivarme a estudiar. Ya os lo he contado varias veces. Y vaya si lo conseguí. Pero en estos días tan atípicos que hemos vivido, me he sentido acompañada por vosotros.

Me habéis animado con vuestras fotos y con vuestros post. Porque sois reales. No os habéis mostrado “súper Happys” si no lo estabais. Porque en la vida hay momentos para ser feliz y otros en que lo somos un poco menos.

Terminar el confinamiento

Soy contraria a contagiar amargura, de hecho es lo que más odio. Pero tampoco me gusta el postureo de ser que todo sea tan guay por fuera, mientras lo de dentro está regular tirando a mal.

Por eso mil gracias. Me habéis dado mucha fortaleza.

Gracias también por apoyarme con Opobox. El estado de alarma se instauró justo cuando iba a comenzar el proyecto, y se truncó un poco físicamente.

Pero gracias a que estáis ahí, leyéndome y contestando mis correos, mi ilusión no ha decaído. Y sigo con las mismas ganas que tenía el día 10 de Marzo.

Mil gracias opopiña, ¡¡sois geniales!! No tengo palabras para describir que significa para mi vuestra acogida y apoyo.

Prometo trabajar mucho en Opobox, porque creo que merece la pena. Nunca he emprendido nada, pero siempre hay una primera vez. Y la verdad, que con la pequeña comunidad que hemos creado, me será mucho más fácil continuar.

En cuanto todo esto acabe, y pueda desplazarme con facilidad, saldré a buscar cosas chulas para la Opobox que voy a sortear entre todas vosotras. Os lo comunicaré por aquí y por mi Instagram (@opositando_feliz)

Lo dicho. Si queréis acompañarme en mi viaje y hacer con vuestra vida lo que os plazca, aquí estoy. Aprovechad lo que habéis aprendido en esta cuarentena, y que nada os quite las ganas de seguir con vuestros sueños.

Ya sabeis que podeis contar conmigo siempre. No es una frase hecha, es de corazón que lo digo.

Un abrazo opopiña, nos leemos!!

Si te gusta la papelería bonita, aquí encontrarás un montón de cosas cuquis:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.