Publicado el Deja un comentario

Qué sacrificamos al estudiar una oposición

Coste de estudiar una oposición

Hola opopiña.

¿Que tal va el proceso de desescalada? Espero que lo mejor posible. Ahora tenemos que tener paciencia y usar el sentido común para no tener rebrotes y evitar que tengamos que encerrarnos de nuevo. Creo que viene lo más difícil, pero ¡podemos con lo que nos echen!.

Hoy os quiero hablar de lo que nos cuesta opositar. Bueno, de lo que me cuesta a mí, porque, obviamente, cada una de nosotras sacrificamos lo que consideramos oportuno.

¡Cuántas preguntas tontas nos hacen a los opositores!

Estoy segura de que más de una vez te han dicho o preguntado cosas como:

¿Para qué estudias tanto si es imposible sacarte la plaza?. Hay muy pocas plazas para muchos candidatos, ¿no es mejor que busques un trabajo?.

A mi cientos de veces me han dicho que me estoy volviendo asocial (aunque ya era un poco asocial antes..). ¡Ah! Hay otra frase maravillosa: ¡pero mujer, tú no tienes vida!

El caso es que es verdad. Sacrificamos algunas cosas importantes y sobre todo mucho tiempo de ocio. Hay muchas áreas de nuestras vidas que se ven un poco modificadas o manipuladas por la oposición, porque en algún momento decidimos opositar.

El coste de opositar

Os cuento lo que dejé yo de lado cuando tome la decisión de ser funcionaria. Porque mi decisión no es opositar, es trabajar como funcionaria.

En primer lugar establecí prioridades. Para mí lo más importante de mi vida es mi familia, mis hijos. Seguro que si sois madres opináis como yo. Por eso tuve que organizarme y calibrar el tiempo de manera que mis hijos fueran los que menos notaran mi “ausencia”.

Supongo, que aún así, ellos notaran que no estoy al 100%. Pero seguro que no les afecta. Afortunadamente mi marido tiene un horario laboral que le permite estar mucho tiempo con ellos. Conseguí que mis hijos vieran mi tiempo de estudio como si fuera un trabajo, parecido al de su padre.

Decidí sacrificar tiempo de mis mayores pasiones. La lectura es una de ellas. Desde que oposito no leo todo lo que quisiera. Si intento dedicarle media hora al día. Siempre me viene para desconectar. No todo en la vida va a ser estudiar.

Necesito mi espacio para coger aire. Pero, si por mi fuera, leería muchas horas cada día. ¿Por qué tengo tantos libros por leer y tan poco tiempo para leerlos?

¡Sí, soy una friki total!.

En cuanto a hacer planes fuera de casa, que es lo que más echa de menos la mayoría de opositores, tengo la suerte de ser muy casera. Apenas tengo que hacer esfuerzo para no salir a hacer cosas fuera de casa. No soy nada fiestera.

Mis planes se reducen a: comer en el McDonalds con mis niños, ir al parque, visitar ciudades con mi marido… Me encanta ver lugares con historia medieval. Pero esto no se hace cada día, así que no tengo sacrificarlo.

Soy muy afortunada, yo no trabajo fuera de casa y por tanto mis horarios de estudio no dependen de un jefe. Por eso lo que sacrifico y cuando lo hago depende en su mayoría de mí.

Lo que determina aprobar una oposición

¡Ser positivo es vital para opositar con ganas!

Como veis me tomo de manera muy positiva estudiar a mis cuarenta años, con mis dos niños y todas las tareas que tengo que hacer.

Estoy segurísima de conseguir mi plaza de aquí a unos años. Y cuando mi nombre salga en el BOE podré leer todo el tiempo que quiera, jugar con mis hijos, visitar sitios, conocer la historia de España… todo lo que quiero hacer ahora.

Por eso, a quienes me preguntan si merece la pena estudiar tanto y dejar de lado lo que me gusta, les contesto con un rotundo ¡sí!

Persigo una plaza de auxiliar que me permita tener la seguridad que da un sueldo mensual y un horario con el que pueda estar con mis hijos el mayor tiempo posible. Porque quiero estar siempre que me necesiten.

Desgraciadamente en muchos trabajos no se entiende que los niños nos necesitan y ponen unos horarios horribles. La conciliación brilla por su ausencia. Así que, sí señores, sí merece la pena sacrificar durante un tiempo ciertas cosas.

¿No te has decidio aún a opositar?

Si aún no te has decidido a opositar, y sientes vértigo solo de pensarlo, mi consejo es que pongas en una balanza los pros y los contras. Tienes que estar segura de querer ser funcionaria. De que este trabajo ayudará a tu felicidad en el futuro. Éste es el primer paso.

El segundo paso es ser consciente de que dejarás de hacer algunas cositas mientras estudias. Lo mejor es priorizar y pensar, según las circunstancias de tu vida, que tendrás que dejar aparcado en el camino. por un tiempo. ¡Cuidado! Lo dejas aparcado, no lo abandonas. Cuando llegue el final de carrera que es opositar, te estará esperando. Ya sea el cine, la lectura, la pintura, la familia… cuando acabes de estudiar estarán ahí.

Yo te animo a visualizar el futuro. Imagínate como funcionaria, como sería tu vida y todo lo que te rodea. ¿Te gusta lo que ves? Pues hazlo. No dudes más.

En cualquier caso, no es obligatorio continuar hasta el final si no quieres. ¡Sólo tienes que probar!

Ya sabes que si quieres contarme algo o necesitas ayuda, yo te la daré en la medida de mis posibilidades.

Gracias por estar aquí! Nos leemos!

Si te gusta la papelería bonita, aquí encontrarás un montón de cosas cuquis:



Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.