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Cómo vencer la frustración al opositar

agobiada por la oposición

Como ya sabemos, estudiar una oposición, puede ser muy duro. Un tiempo larguísimo de estudio en el que no conocemos la fecha del examen. Ni siquiera una simple aproximación de cuando será.

Por eso es muy posible que el desánimo aparezca consiguiendo que nuestra motivación y concentración se esfumen. Lo que nos lleva a frustrarnos, a dejar de estudiar y sentirnos culpables. De tal manera que entramos en un bucle negativo en el que tiramos nuestro tiempo y nuestra salud mental se resiente. 

La oposición requiere nuestra dedicación, esfuerzo, tiempo y pasión para poder aprobar. La frustración puede anular una de estas áreas y fastidiarnos el camino a nuestra plaza.

A medida que he avanzado en mi preparación, me he encontrado con millones de momentos de frustración. 

Pero como no quiero desviarme de mi objetivo, es importante aprender a manejar esa frustración de manera saludable para no desanimarme y mantener la motivación.

La frustración no tiene el poder de dominarte

 A continuación, te cuento algunas estrategias que pueden ayudarte a lidiar con la frustración durante el proceso de estudio de una oposición.

Establece metas realistas. Como ya os he dicho en otros posts, es esencial que establezcas metas claras y alcanzables. Divide el temario, generalmente muy extenso, en secciones más pequeñas y fija objetivos diarios o semanales. Esto te permitirá tener una sensación de progreso y evitará que te sientas abrumado. Celebrar los logros, por pequeños que sean, también te ayudará a mantener la motivación y reducir la frustración.

Crea un plan de estudio estructurado. Elabora un horario de estudio que se adapte a tus necesidades y responsabilidades. Establece períodos de tiempo para estudiar, descansar y realizar otras actividades. Un plan estructurado te brindará una sensación de control sobre tu tiempo y evitará que te sientas desbordado. Además, asegúrate de incluir tiempo para el ocio y el descanso, ya que esto contribuirá a tu bienestar emocional.

Encuentra un equilibrio. Si bien es importante ser disciplinado en tu preparación, también es crucial encontrar un equilibrio entre el estudio y otras áreas de tu vida. Dedica tiempo a tus seres queridos, practica actividades que te gusten y cuida tu salud física y mental. Permitirte momentos de distracción y diversión te ayudará a recargar energías y reducir la frustración acumulada.

Busca apoyo. No tienes por qué enfrentar el proceso de preparación de una oposición solo. Busca el apoyo de familiares, amigos o compañeros que estén pasando por una situación similar. Compartir tus experiencias, desafíos y logros con personas que te comprendan puede ser muy beneficioso. Además, considera unirte a grupos de estudio o comunidades en línea donde puedas intercambiar ideas y recibir consejos. Yo encuentro mucha motivación en Instagram. Mi opogram es @opositando_feliz

controlar la frustración

Aprende a manejar el estrés. El estrés es un compañero constante durante el proceso de preparación de una oposición. Aprender técnicas de manejo del estrés, como la respiración profunda, la meditación o el ejercicio físico, puede ayudarte a reducir la frustración y la ansiedad. Dedica tiempo regularmente a actividades que te relajen y te ayuden a mantener la calma. Yo suelo leer novelas o ver series.

No te compares. Cada persona tiene su propio ritmo de aprendizaje y su propio camino hacia el éxito. Evita compararte con otros opositores, ya que esto solo aumentará tu frustración. Concéntrate en tu progreso y en tus logros individuales. Recuerda que cada pequeño paso que das te acerca a tu objetivo final.

Mantén tu espacio libre de ruido visual

Para mí es el más importante de los pasos para no frustrarme. Tener mi escritorio libre de cosas que no necesito. Me agobia ver miles de cosas donde tengo que concentrarme en estudiar. Pierdo el foco. Me enfado y dejo de estudiar. Así que, procuro no llenar de cosas mi opozulo, que ya de por si es pequeño. ¡Ah, y ventilarlo con mucha asiduidad! El aire viciado de un lugar cerrado me ahoga, en sentido figurado.

¿Qué haces tú para no frustrarte? Te leo y te doy las gracias por leerme. ¡Ánimo opocompi!

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