Aunque estamos preparando una oposición con el fin de obtener un trabajo para toda la vida, muchos necesitamos también trabajar para poder mantener nuestro hogar o a nosotras mismas. Ya que la oposición puede alargarse durante años, y obviamente, tenemos necesidades que cubrir.
Para tener trabajos temporales, mientras estudiamos, naturalmente hay que buscarlos, apuntándonos a ofertas laborales y realizando entrevistas (si tenemos la inmensa suerte de que nos llaman).
Las entrevistas son la parte más importante de un proceso de selección a la hora de conseguir un trabajo.
En las entrevistas no solo nos valoran por nuestra formación académica y experiencia profesional. Las empresas suelen ir más allá, por lo que podamos desarrollar profesionalmente depende algunos factores más. Por ejemplo, es muy importante que sepamos relacionarnos con cordialidad con los demás, de tal manera que el trabajo en equipo no resulte complicado. Más bien sea fácil. Al fin y al cabo, una empresa es una cadena de trabajo conectados unos con otros (ya sea de manera jerárquica o lineal)
Por esto es súper importante que desarrollemos habilidades sociales a la hora de hacer una entrevista laboral.
Recomendaciones para mejorar nuestras habilidades sociales
- Práctica de la escucha activa. Esta práctica es imprescindible para tener buenas relaciones interpersonales. Y durante la entrevista es importante escuchar las preguntas del entrevistador. Si no escucháramos bien, ¿cómo podríamos contestar correctamente al entrevistador. Para realizar escucha activa en la entrevista, puedes, por ejemplo, mantener contacto visual con la persona responsable de la entrevista y hacer consultas si tienes alguna duda sobre lo que te ha sido cuestionado.
- Trabajar la comunicación no verbal. Nuestro lenguaje corporal, los gestos o movimientos que hagamos mientras escuchamos, es parte importantísima de nuestra entrevista para mostrar seguridad en nosotros mismos, y por ende, en el entrevistador. Cosas que ayudan a mejorar la expresión no verbal, son mantener una postura de nuestro cuerpo erguida, mantener contacto visual, sonreir de manera natural.. Además debemos evitar distraer al entrevistador de lo importante, es decir, de nuestra valía para el puesto, evitando movimientos exagerados, no gesticulando sin control…
- Practicar la empatía. Cuando somos empáticos somos capaces de ponernos en el lugar de los demás. Comprender los sentimientos, deseos, pensamientos. Llevando esta capacidad a la entrevista, podemos captar que le satisface al entrevistador, para el cargo al que optemos. Puede ser que desee en nosotros capacidad de esfuerzo, de aprendizaje, de liderazgo…
- Investigar sobre la empresa. De esta manera podremos saber, con más o menos exactitud, lo que requiere la empresa en general, y lo que busca en nosotros en concreto.
- Contesta con honestidad. Sé tu misma. Si inventamos un personaje, y somos el candidato elegido del proceso, no podremos mantener la ficción durante mucho tiempo (a no ser que seamos Penélope Cruz). Y es más que probable que no pasemos el tiempo de prueba que nos dicten en el contrato.
- No interrumpir al entrevistador. Dejar terminar sus preguntas tiene dos vertientes positivas. El entrevistador nos verá interesados en sus palabras y comprenderemos perfectamente sus preguntas. Interrumpir, nos hace un flaco favor.
Un curriculum completo y sincero ayuda a ser seleccionados
Pensemos que lo primero que verá la empresa será nuestro curriculum. Es su primera impresión sobre nosotros. Por tanto, elaboremos un curriculum vistoso, pero sin mentiras. Honesto. La honestidad es un punto a nuestro favor siempre.
Recuerda poner en orden cronológico descendente tu formación y tu experiencia profesional. Es decir, escribe primero lo más actual, y ve yendo hacia tu pasado laboral.
Espero que este post te haya sido de utilidad. Y si estás en la búsqueda activa de trabajo, tengas muchísima suerte y dentro de poco tengas tu trabajo deseado. Pero… no abandones la oposición. ¡Recuerda que es tu sueño!
