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Mi experiencia en el examen de mi oposición

Hace unos meses me presenté, de manera seria, a mi primer examen de oposición. Tuve un tremendo revoltijo de sensaciones, el mismo día del examen y días anteriores.

Sobre todas esas sensaciones predominaba el miedo. Miedo a no hacerlo bien, miedo a “fracasar”, miedo a la pérdida de tiempo, miedo a lo desconocido, miedo a un edificio enorme lleno de personas ajenas a mí.

Pasó por mi mente, muchas veces, rendirme, no presentarme. Afortunadamente tengo gente a mi alrededor, muy cerca de mí, que con mucho acierto no me dejó hacerlo. Y finalmente me presenté.

Una vez acabado el examen esas sensaciones se convirtieron en satisfacción y orgullo, sea cual sea el resultado.

Consejos para el día de tu examen

Me permito daros unos consejos a quienes os presentéis por primera vez a examen.

  1. El día antes no estudies. Haz algo que te guste mucho y despeja tu mente. Diviértete. Como se suele decir, lo que no hayas estudiado en meses, no lo vas a asimilar en un día.
  2. Procura no pensar en el examen. Ni siquiera visualices el sitio donde debes presentarte. Estoy segura de que pensar en estas cosas nos pone súper nerviosas. Y cuando llega el examen, muy probablemente, no será ni parecido a lo que habríamos pensado.
  3. Este consejo es válido, dependiendo de cual sea tu forma de ser, de si te gusta relacionarte de manera superflua o no. A mi me funcionó. Se trata de entablar conversaciones insustanciales con personas que están esperando, como yo, para entrar al mismo examen. A mi me hizo ver que no soy especialmente cobarde, que todos los demás estaban igual de temerosos y nerviosos que yo. Esto me relajó muchísimo.
  4. Ve con bastante tiempo al lugar del examen. Para mi fue muy importante tener tiempo para familiarizarme con el espacio, para encontrar el aula… No conocía de nada la Universidad donde realicé la prueba, la Complutense, por lo que si hubiera ido con el tiempo justo me hubiera agobiado mucho tratando de encontrar mi sitio. Ir con tiempo de sobra fue un acierto.
  5. Escucha muy bien las instrucciones de los encargados de “vigilar” mientras haces el examen. No tomes la iniciativa en “nada”, atiende y obedece a todo lo que te digan.
  6. Apaga el móvil. Cualquier ruido, aunque sea una alarma para despertarte, invalida el examen. Yo lo metí en mi mochila y lo colgué en una percha, lejos de mi, para evitar cualquier duda sobre mi honestidad.
  7. Ten mucho cuidado con el cuadernito de respuestas que te darán, porque las hojas son “calcables” y puedes escribir por error donde no debas o quieras, y que todas las páginas del examen queden marcadas. Y… adiós a tu examen.

El consejo más importante que te voy a dar es, haz tu examen sin pensar en las opiniones de los demás, sobre todo si son negativas. Olvídate de la presión que sus palabras puedan ocasionarte.

Sólo piensa que es tu oposición, es tu tiempo, es tu examen, es tu vida. La prueba la haces tú. Es muy fácil hablar cuando no se tiene un paso tan importante que dar. Así que, tapa tus oídos a palabras negativas y adelante!!!

Mucho ánimo y mucha suerte!

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Métodos para mejorar tu memoria y estudiar tu oposición

libretas para estudiar

Creo que en ninguna prueba se aprende tanto de memoria como en una oposición. La mayoría de las oposiciones tienen un temario muy extenso y con infinidad de artículos legales. Pienso que no hay otra manera de aprender leyes, que no sea memorizando, memorizando y memorizando.

No siempre es un proceso fácil. A mi, por ejemplo, me cuesta mucho aprender de memorieta. Tengo que ser muy machacona para poder aprender un solo artículo.

Nunca está demás buscar métodos que nos faciliten la tarea, que suele durar meses y a veces años.

Yo personalmente no confío demasiado en esos sitios que te dicen “aprende tu temario en dos días”. Si esto fuera cierto nadie estaría estudiando, horas y horas, durante el verano.

El proceso de memorización

Este proceso tiene tres pasos básicos:

  1. Adquisición de la información. No es otra cosa que hacer que la información entre en nuestro cerebro. Cualquier manera es válida. Leer, ver vídeos, escuchar podscat… Simplemente se trata de adquirir la info.
  2. Retención. Nuestro cerebro, a base de repetir y repetir cierta información, la termina reteniendo. Puede ser el temario o las fechas de cumpleaños de tu pareja.
  3. Evocación. Cuando necesitamos dar utilidad a la información retenida, nuestro cerebro la enseña. El día dos de Junio, mi cerebro, me recuerda felicitar a mi marido.

Reglas mnemotécnicas

Estos métodos facilitan mucho la memorización de fechas, artículos, listas…

Existen varias:

  1. Iniciales. Es muy simple se trata de tomar las iniciales de, por ejemplo, expresiones y crear una secuencia en nuestra mente. Por ejemplo, todos llamamos a la Ley del Procedimiento Administrativo Común , le llamamos LPAC.
  2. La cadena. Consiste unir las palabras importantes de dos en dos, generando frases e historias que podamos guardar en nuestro cerebro con facilidad.
  3. Mapas mentales. Se trata de unir ideas o conceptos con líneas, de tal manera que parezca un árbol. Visualmente es mucho más fácil de comprender e interiorizar, que un texto extenso, lleno de comas y puntos.

Estudiar en voz alta

Para mi es esencial. Siempre, hasta cuando iba al cole, estudiaba leyendo en voz alta. Colocaba mis muñecos en fila, convirtiéndoles en mis alumnos aventajados. Repetía una y otra vez la lección, hasta que “ellos la comprendieran”, es decir, eternamente…

Estoy convencida de que leer en voz alta, agiliza la memorización. Ahora, con el paso del tiempo, he decidido grabarme e ir escuchándome en cada libre que tenga. Ya sabéis quienes opositais, que tenemos que aprovechar cada segundo libre,

Métodos de los LOCI

Este método lo he conocido hace muy poco y aún no lo he puesto en práctica. Pero no dudéis que lo haré.

Se trata de visualizar y asociar conceptos con espacios u objetos que te sean familiares.

Por ejemplo, yo asociaría fechas o números de leyes a objetos de mi salón. Como fotos de mis hijos, la tele, la consola, mi adorado sofá…

En cuanto lo ponga en práctica os lo haré saber, os contaré como me va.

Si tenéis algún método de memorización no dudéis en contárnoslo. Nos vendrá genial.

Gracias por leerme siempre!

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Lo que necesitas para estudiar tu oposición en verano y no es un ventilador.

Estudiar verano

Quienes opositamos hemos estudiado, muy probablemente, algunos veranos. En muchas ocasiones nos quedamos sin un periodo de vacaciones, en las que descansar y estar con nuestra familia y nuestros amigos. Es uno de los muchos sacrificios que hacemos.

Estudiar oposiciones en verano

Por eso, ya que estudiamos mientras los demás disfrutan del tiempo libre, hagámoslo de manera productiva y lo menos “dolorosa” posible.

Consejos para opositar en verano

Como dije anteriormente, hagamos que este sacrificio no sea demasiado negativo. Y sobre todo, hagamos que valga la pena.

Aquí os dejo cosillas que me ayudan a estudiar en la época estival.

  1. Cuida tu alimentación. Es importante que nuestro aparato digestivo no trabaje todo el rato, haciendo la digestión, porque si le sumamos el calor, es muy posible que baje nuestro rendimiento. Aprovecha para comer cosas frescas como ensaladas, frutas… Además, con el calor ni siquiera apetece comer platos calientes. ¡Todo es positivo!
  2. Bebe agua, hidrátate. Claro, siempre tenemos que beber. Pero cuando las temperaturas son altas, aún más. Y aunque todos lo sabemos, no siempre lo hacemos. Cuando bebemos poco líquido , principalmente agua, nuestra tensión baja. Y naturalmente, influye en nuestra capacidad de estudio. Así que, bebe agua o zumos fresquitos.
  3. Planifica, habla, pacta con tu familia. Ellos tienen días libres, tú no. Si hablas con ellos sobre cuando poder disponer de tu casa a solas. Puedes establecer unos horarios en los que a ti te venga bien que no haya nadie en casa, para estudiar.
  4. Busca lugares luminosos y frescos en la casa o donde tu estudies. Os cuento mi caso. Ya sabéis muchas que yo suelo estudiar en la cocina. En verano no, porque es el lugar más caluroso de la casa. Y claro… estudiar con calor se me da rematadamente mal.
  5. Realiza una actividad que te guste. Merecemos tener ratos de diversión. Además de merecerlo, es muy beneficioso para nosotros. Airear nuestro cerebro yendo a la playa (si la tienes cerca), a la piscina o al cine, le vendrá bien para asimilar información. Descansar sin culpabilidad es de vital importancia para nuestra salud mental.
  6. ¿Hay alguna época del año menos rutinaria que el verano? La respuesta es no. Los veranos suelen ser caóticos. Unos trabajamos, los niños se quedan en casa, otros tienen días libres, nos acostamos más tarde, y casi seguro nos levantamos más tarde. Por eso planifica y organiza tus horas y tus días, de manera realista, pero planifica. Introduce tu rutina dentro del caos.

Estos son solo consejos de una opocompi, que no siempre cumple todos. Porque somos distintas, y debemos escuchar los consejos y acoplarlos a nuestra vida de estudio a nuestra manera. Recuerda que tu eres única, y tu manera de estudiar también.

Gracias por leerme! Si quieres contarme cualquier cosa.. soy toda ojos.

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Qué tener en cuenta para preparar los exámenes tipo test de una oposición

Librtea gafas test

Los exámenes tipo test tienen sus ventajas y sus desventajas. A mi me gusta mucho más hacer tipo test, que preguntas cuya respuesta sea desarrollar un tema.

Pero para hacer un test hay que conocer de manera exhaustiva hasta el más pequeño de los datos.

Cuando se trata de desarrollar, podemos “hacer magia” con las palabras y extendernos al máximo en la respuesta. Pero en la pregunta tipo test, aciertas o fallas. Así de simple, se puede ir al traste tu examen por alguna pregunta mal contestada.

El ser humano tiene muchos tipos de memoria. Una de ellas es la que nos ayuda en los exámenes tipo test (a los que nos solemos enfrentar los opositores). Es la memoria de reconocimiento. Es la capacidad que tenemos de evocar de manera explícita datos que hemos estudiado en el pasado, y traerlos al presente. Al realizar un examen, en el que las preguntas tienen varias posibles respuestas, usamos este tipo de memoria de manera inconsciente.

Por eso, tal y como he dicho antes, no es recomendable estudiar del mismo modo para preparar un examen tipo test y un examen cuyas preguntas son a desarrollar.

Ahí van unos consejos para estudiar para un examen tipo test.

Consejos para estudiar una oposición tipo test

  1. Organiza tu tiempo de estudios de manera proporcional a la extensión del tema. Es decir, regala más tiempo a los temas más densos. No te pongas a estudiar a lo loco, sin planificar. Es el primer gran error que hemos cometido todos cuando empezamos a opositar. Menos mal que finalmente siempre rectificamos.
  2. Lee y relee. No solo para memorizar (que es importantísimo), sino también para comprender el temario. Las preguntas tipo test, muchas veces, tienen respuestas muy parecidas. Si no comprendes minímamente el temario, estoy segura, de que la probabilidad de error es mayor.
  3. Subraya mucho. Te cuento como lo hago yo. En una primera lectura siempre subrayo mucha información, la mayoría de la cual no es importante. Después, vuelvo a subrayar, el mismo texto con otro boli, lápiz o rotu, aquello que me resulta de vital importancia. Y en una tercera lectura, suelo hacer estrellitas, circulitos y figuras semejantes en aquello que no puede faltar en mi cabeza el día del examen. Recordemos, una vez más, que en un examen tipo test las preguntas son muy concretas. “No podemos inventarnos nada”.
  4. Haz esquemas o mapas conceptuales. Una vez que has hecho todo lo que te digo en el punto anterior, lo mejor es hacer esquemas o mapas conceptuales.De esta manera puedes guardar en tu mente pequeños datos, como fechas o plazos. Yo uso flashcards para llevarlas conmigo y mirarlas siempre que saco un hueco (en el bus, en el coche de copiloto, en la sala de espera del médico…) Recuerda que la memoria de reconocimiento evoca información del pasado. Una manera de evocar esos datos es a través de estos mapas.
  5. Proponte hacer un simulacro de examen cada cierto tiempo. Al acabar un tema haz test como si no hubiera un mañana. Es una gran ayuda, tanto para repasar el temario como para aprender a hacer este tipo de test.

Trucos para hacer exámenes tipo test

Los exámenes tipo test son muy exigentes. No solo tenemos que sabernos la lección, sino que además debemos tener picardía para hacer bien el examen. Son muchos los factores que pueden influir positiva o negativamente en tu nota, pero el que más influye es contestar mal las preguntas, ya que en muchas ocasiones restan puntos. Lo que hace que todo lo que hemos hecho bien caiga por la borda.

Por eso:

  1. Lee el examen. Ten una visión panorámica de el mismo. Imaginad que estáis en un avión, con un paracaídas y tenéis que decidir en que zona caer mejor. Para eso es necesario subir muy alto y mirar de lejos el terreno. Con este tipo de exámenes es mejor saber que preguntas tienes la certeza de hacerlo bien y cuales regular o mal.
  2. Una vez que hayas hecho lo anterior, tirate de cabeza en las preguntas en las que confías plenamente. Es una manera de evitar perder tiempo y puntos. Al tener seguras algunas respuestas, sabrás que hacer con las demás. Contestarlas aunque haya dudas, o no contestarlas porque no podéis perder una milésima de punto. Además contestar primeramente las preguntas que sabes bien, te motivará a contestar las demás, si es lo consideras necesario (un poco después te explico por que no contestar ciertas preguntas)
  3. Haz balance de tus respuestas. Es decir, piensa si con las preguntas que has contestado ya consigues la nota que quieres o necesitas. Si es así… no toques más. Bueno, si eres muy osado… ¡adelante! Yo soy bastante “precavida” (o cagona, según se mire)
  4. Si crees llegar al baremo deseado (o exigido), no contestes las preguntas que no sepas o tengas serias dudas de responder bien. (Siempre que resten puntos, si no… ancha es Castilla, contestalo todo)
  5. Si puedes, marca primero en lápiz, para hacer un repaso antes de dejar la respuesta definitiva. Los nervios pueden traicionarnos y confundir la b con la c. Ya se sabe, los nervios son traicioneros.
  6. Ten cuidado con no equivocarte en el orden de las preguntas. Si por ejemplo contestas la pregunta cuatro, pensando que contestas la cinco… Todas las demás estarán mal. Ten en cuenta que te dan una plantilla para que rellenes el test, y que si una está mal, llevas detrás a todas las demás. ¡Ojo, esto es muy importante!

Todo esto son truquillos, consejos, de una opositora como tu. Pero, lo que realmente funciona, es estudiar como locos e ir tranquilo al examen.

¿Has estudiado suficiente? ¿Te lo sabes todo o la gran mayoría del temario? ¡Listo!

El consejo definitivo es: deja los nervios en casa.

Los nervios pueden hacerte leer mal las preguntas, confundir letras, incluso conozco un caso (yo) que leyó mal las instrucciones del principio e hizo todo mal. Pero esta persona (yo) aprendió a que nada es superficial, todo importa en un examen.

10 claves para preparar un exámen tipo test

  1. Analiza el temario: Es importante que conozcas bien el temario de la oposición y que sepas cuáles son los temas más importantes y los que tienen más peso en el examen.
  2. Crea un plan de estudio: Es fundamental que te organices y planifiques tus horas de estudio para poder abarcar todo el temario y llegar al examen con la mejor preparación posible.
  3. Utiliza técnicas de estudio efectivas: Puedes utilizar técnicas de estudio como el subrayado, el resumen o los mapas mentales para facilitar el aprendizaje y la memorización.
  4. Haz repasos periódicos: Es importante que no acumules todo el estudio para el final y que hagas repasos periódicos para fijar mejor los conceptos y asegurarte de que los tienes bien asimilados.
  5. Practica con exámenes anteriores: Es muy recomendable que practiques con exámenes anteriores para familiarizarte con el tipo de preguntas que se hacen y para poder practicar la velocidad y la precisión necesarias para este tipo de exámenes.
  6. Presta atención a las instrucciones: Antes de empezar el examen, es importante que leas atentamente las instrucciones y que tengas claras las normas y el funcionamiento del examen.
  7. Controla el tiempo: Es importante que distribuyas bien el tiempo durante el examen y que no te atasques en preguntas difíciles para poder responder todas las preguntas en el tiempo establecido.
  8. Evita las distracciones: Para poder concentrarte y mantener la atención durante el examen, es importante que evites cualquier distracción externa, como el móvil o cualquier otra cosa que pueda desconcentrarte.
  9. Marca las respuestas con seguridad: Para evitar confusiones, es importante que marques las respuestas con seguridad y que no dejes ninguna pregunta en blanco.
  10. Mantén la calma: Durante el examen es normal sentir cierta presión, pero es importante que intentes mantener la calma y no dejar que los nervios te dominen, ya que esto puede afectar negativamente tu rendimiento.

Si os enfrentáis dentro de poco a un examen… Mucha suerte!!!!

Gracias por leerme

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Cómo preparar una oposición en dos meses

Que preparar una oposición lleva mucho tiempo, incluso años, lo sabemos todos los opositores. Sobre todo cuando son oposiciones cuyo temario es extenso o denso.

Pero también es cierto que hay personas que lo han conseguido en mucho menos tiempo.

Obviamente, influyen muchos factores en esta rapidez. Por lo que, los que llevamos más tiempo no debemos preocuparnos. Además, las comparaciones son odiosas.

Por lo tanto, podemos afirmar que es muy difícil obtener una plaza de funcionario en dos meses, pero no es imposible.

Factores importantes a tener en cuenta para opositar en dos meses

Es muy importante tener adquirido el hábito de estudiar a diario. O como mínimo no haber perdido el hábito de estudio que teníamos antes (las que tenemos la universidad o el instituto lejos en el tiempo). Si no somos capaces de estudiar cada día, perderemos mucho el tiempo. Y esto es justo lo que no tenemos si queremos obtener nuestra plaza en dos meses. Tenemos que ser muy realistas en este área y tener en cuenta de que si no estamos acostumbrados a estudiar, probablemente tiraremos dos meses de nuestra vida..

También es crucial que seas realista a la hora de escoger la oposición, teniendo en cuenta lo extenso y difícil del temario y las plazas que van a otorgar. Cuántas mas plazas sean convocadas, más probabilidades de entrar en nuestro puesto soñado.

Se consciente de cuanto tiempo al día puedes dedicar al estudio. No te aventures a estudiar sin calibrar primero tus horas de estudio diarias y cuantas opciones tendrás con tu estudio, sabiendo tus circunstancias personales.

Claves para aprobar una oposición en tiempo récord

  1. Elige una buena academia. Estudiar por libre es muy complicado si apenas disponemos de dos meses. Por tanto, busca con atención, una academia que facilite conseguir tu objetivo. Academias hay muchas, que se adecuen a todos nosotros por igual… no tantas.
  2. Organiza tu tiempo de estudio de manera ordenada y, sobre todo, realista. Procura no dejar de cumplirlo. Si lo has hecho siendo totalmente consciente de tus circunstancias, te será fácil y satisfactorio cumplirlo ¡Tu plaza estará un pelín más cerca si lo haces!
  3. Busca un lugar de estudio adecuado a las horas que pasarás en él. Por ejemplo, cuanta más luz natural puedas aprovechar mejor, por lo tanto intenta que la ventana esté en frente o a tu izquierda si eres diestra (En el lado contrario si eres zurda). Consigue, si no tienes, una silla que favorezca una buena posición. Así tu espalda no se resentirá y serás más productiva. Haz de tu escritorio algo divertido, llénalo de color.
  4. Busca un buen temario, como te dije antes, en una buena academia. Tenlo siempre bien ordenado. Evitará que te agobies y pongas tu concentración en lo importante ¡estudiar de manera productiva!
  5. No te pierdas en la “paja” de tus apuntes. Ve a las cosas claves. No podemos perder tiempo en párrafos largos llenos de nada importante. Resume, subraya y memoriza. Por este orden.

Es difícil, claro que sí, pero si te deseo mucha suerte y ánimo si tu objetivo es aprobar tu oposición en dos meses. ¡Puedes! ¡Confía en tí!

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¿Qué significa realmente opositar?

SuperOpobox Mayo 2022

Creo que todas las personas que leéis este post, sabéis qué significa opositar. Siempre hemos escuchado que es una carrera de fondo muy dura para conseguir una plaza de funcionario.

Pero a veces ignoramos que NO es opositar. Y considero importante, para nuestra salud mentaly para nuestro camino hacia la plaza fija, saber en que NO consiste la oposición

Voy a reflexionar sobre esto a continuación.

¿Qué NO es opositar?

  1. Opositar no es sentir culpabilidad. ¿Cuántas veces os habéis sentido culpables por estudiar “poco”? Yo miles de trillones de veces. Y naturalmente no ayuda nada para realizar un estudio efectivo, que es lo que realmente queremos. Interioricemos esta idea para tener un tiempo de estudio más productivo. Bye bye culpabilidad.
  2. Opositar no es vivir en soledad. Es cierto que estudiamos muchas al día y muchos días a la semana y casi siempre lo hacemos solas. Pero hoy existen muchas herramientas para no sentirnos aisladas del resto del mundo. A través de bibliotecas online, whatsapp, InstaGram,.. podemos estar en contacto con gente opositora. Esta gente nos comprenderá perfectamente y será una grata compañía en la batalla. La tremenda soledad del opositor empieza a convertirse en leyenda.
  3. Opositar no es hacer caso a las frases tontas que nos dicen muchas personas. Todos conocen al primo del amigo de un vecino que aprobó la oposición en un mes. Hay unos cascos para los oídos, que usan los trabajadores cuya herramienta de trabajo es el martillo percusor, que te evitarán escuchar bobadas. Lógicamente esto es una exageración, pero no hagas caso a todo lo que dicen. No creas nunca que eres mayor para obtener una plaza, o que siendo madre es imposible tener tu plaza. Ignorar estas cosas puede ser un gran hábito para nosotras.
  4. Opositar no es dejar de hacer lo que nos gusta. Mi mayor placer es la lectura, y no he dejado de practicarlo. Claro que leo menos que antes de tomar la decisión de estudiar, pero sigo leyendo. Aunque confieso que a veces me duermo mientras lo hago.
  5. Opositar no es engordar, sí o sí. Cuando empecé la oposición alguien me dijo algo como: “ahora que vas a pasar tanto tiempo sentada cogerás kilos”. Pues me temo que no ha sido así. Yo siempre he sido rellenita, pero ahora no lo soy más. Y eso que me cuesta comer correctamente…
  6. Opositar no es dejar de tener relaciones. Quienes no opositan ven o imaginan al opositor como un ratoncito de biblioteca con gafitas en plan empollón. Sin tiempo para tener amigos, pareja… ¡Falso! Muchos opositores tenemos gente que nos quiere, apoya y respeta nuestro tiempo de estudio. Un aplauso para ellos..
  7. Opositar no es vaguear. ¿Alguien ha escuchado alguna vez la frase “qué bien vives sin trabajar”? Esta afirmación la odio. Primero porque hay personas que estudian y trabajan a la vez. Y segundo, porque quienes no trabajan con un trabajo remunerado, se toman la oposición como tal. Es decir, su labor es estudiar, estudiar y estudiar. Creánme, no opositores, estudiar tanto es agotador.
  8. Opositar no es una condena. No es una cárcel. Puedes salir de la oposición cuando te de la gana. Eso es “ya que llevo tanto tiempo, no lo puedo dejar…” es un gran error. Es nuestra vida y podemos hacer lo que queramos con ella.

Ventajas de estudiar una oposición

Teniendo en cuenta lo anterior, no debemos tener miedo a estudiar una oposición. Somos mujeres valientes y trabajadoras, con el deseo de tener un futuro mejor, y sobre todo seguro.

Os redacto algunas de las ventajas de estudiar una oposición, para que os animéis si aun tenéis dudas.

Estudiar una oposición nos puede abrir numerosas oportunidades en el mercado laboral. En primer lugar, las oposiciones son un proceso de selección que garantiza una igualdad de oportunidades para todos los candidatos, sin importar su experiencia previa. Además, una vez aprobada la oposición, el trabajo es estable y con una remuneración fija y segura.

Otra de las ventajas de estudiar una oposición es la posibilidad de trabajar en el sector público, lo que supone una serie de beneficios añadidos como la estabilidad laboral (que todos ansiamos) y una pensión digna al final de nuestra carrera laboral. Además, trabajar para el sector público implica que se trabaja en el interés del bien común, lo que puede ser muy satisfactorio y gratificante para muchas de nosotras.

Otra ventaja de opositar es la posibilidad de acceder a puestos de trabajo que requieren una formación especializada o un conocimiento específico. Por ejemplo, para trabajar como médico, abogado o profesor, es necesario opositar para tener una plaza fija en hospitales, colegios…

Además, es una manera de crecer como persona. Porque nos permite desarrollar habilidades personales y profesionales, como la capacidad de trabajar en equipo, la capacidad de aprendizaje continuo y la capacidad de adaptación a los cambios (lo cual a mi me cuesta horrores… porque soy muy inflexible). También puede suponer un reto personal y una forma de demostrar el propio valor y capacidad.

En resumen, opositar supone algunos sacrificios (en ocasiones muchos). Pero si nos rodeamos de gente que nos comprende y apoya, tomamos la decisión firme estableciendo cuales son nuestras prioridades, y nos comprometemos a estudiar el extenso temario que hay que memorizar, no es imposible aprobar una oposición.

Para motivarnos visualicémonos dentro de unos años (cuantos menos mejor) yendo a trabajar solo por las mañanas (o tardes, pero con un horario fijo), trabajando en lo que queremos, con días libres para disfrutar con la familia, y con un sueldo fijo al final de mes, sin miedo a que no nos paguen o a perder el trabajo mañana o pasado mañana.

Yo aún estoy en el proceso, y a veces tengo bajones y otras subidones. Sigo buscando el equilibrio para estudiar de manera eficiente y estoy segura de que tendré mi plaza. Cuando vea mi nombre en el BOE voy a hacer una fiesta tremenda, para olvidarme de todas las horas de estudio que dejo atrás y lo que sea avecina en mi futuro.

En fin… opositar es tomar la decisión de comenzar un proyecto de estudio duro y complicado, pero que no nos impide vivir como deseemos. Y cuyo fin merece la pena (si tú quieres que merezca la pena y el esfuerzo)

Ya sabéis que en la opopiña estamos para ayudarnos unos a otros, desde el respeto y la comprensión. Así que, si puedo ayudaros en algo… aquí me tenéis.

Gracias por leerme!

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Dónde estudiar: En casa o en la biblioteca

Cuando era niña o iba a la universidad no me gustaba nada estudiar en la Biblioteca. Sólo iba allí para hacer trabajos en grupo con mis compañeros. O para coger libros. Mi pasión por los libros llega a ser enfermiza.

Aún soy partidaria de estudiar en casa. Pero voy a intentar hacer una lista de los motivos por los que iría a la biblioteca a estudiar (y no a leer)

Ventajas de estudiar en la biblioteca

  1. Silencio. La inmensa mayoría de los estudiantes necesitan silencio absoluto para concentrarse. Este motivo es muy obvio. El cerebro se despista con los ruidos ajenos al temario.
  2. Es muy motivador tener gente alrededor que estudia. Da igual lo que estudien. Lo importante es que están, como nosotros, entre libros, subrayadores y bolis. El entusiasmo se contagia lo que conduce a mayor motivación.
  3. Espacio apropiado con la luz correcta. A veces en casa tenemos tantos “trastos” que nos hace insuficiente el espacio. En ocasiones es mi caso… Pero en esto influye también que soy un desastre en la organización.
  4. No podemos encender la tele. Bye bye series. Este es uno de mis hobbies, por tanto no poder ver series seria un grandísimo motivo para ir a la biblioteca.
  5. No dejan pasar niños chillones. Otro pedazo de motivo para las madres (como yo) de niños inquietos. La palabra que más escucho al día es: “mami”.Impresionante razón para ir a la biblioteca.
  6. El olor a libros. Esta ventaja es sólo para románticos. ¿A alguien más le gusta el olor de los libros al pasar la página? ¿O soy un bicho raro?.. Posiblemente lo sea, sí. Pero no pienso cambiar.

A pesar de todo esto, yo prefiero estudiar en casa. Os cuento por qué a continuación.

Por qué es mejor estudiar en casa

Tal y como os he dicho antes siempre, o casi siempre, he estudiado en casa. Soy bastante peculiar para estudiar.

Al contrario que el resto de la humanidad, necesito ruido de fondo. El silencio total me desconcentra, mi mente vuela de un pensamiento a otro. Pensamientos que nada tienen que ver con el temario, obviamente.

Tengo costumbre de estudiar con una vela. Me transmite paz, tranquilidad… Y naturalmente en la biblioteca no puedo poner velas. Soy capaz de provocar un incendio mayor que el de la Biblioteca de Alejandría.

Aunque mis hijos me llamen cada dos minutos, y se vuelva un poco molesto, necesito tenerles cerca. Si paso muchas horas en la biblioteca, estoy pendiente del móvil. ¿Habrán comido? ¿Se habrán cepillado los dientes?… Su padre es un hombre responsable que ejerce la paternidad de una manera ejemplar y con mucho amor. Pero yo soy una madre pesada…

Tengo poco tiempo. Suelo aprovechar mientras estudio para hacer otras cosas. Lo que suelo hacer, por ejemplo, es estudiar mientras hago la cena. Visto así no parece muy efectivo pero cuando se trabaja y tienes hijos, hay que aprovechar cualquier momento o circunstancia lo más propicia posible. La verdad que no me importa estudiar así, creo que estoy acostumbrada.

Soy un poco “maniática”. Necesito tener mis cosas a mi alcance. Es más que probable que no las use, pero saber que las puedo coger cuando quiera me hace sentir bien y segura.

Con todo esto… en mi caso gana la opción “estudiar en casa”. Al fin y al cabo todas debemos buscar lo que nos hace bien a nosotras. Aquello que nos procura un buen ambiente para estudiar.

Por eso no voy a decir categóricamente donde debemos estudiar. Elige tu sitio. Elige tu hora. Elige tus costumbres. Elige como estudiar. Es una decisión importante, porque el resultado de tu oposición depende, en gran manera, de tu productividad a la hora de estudiar.

Cuéntame donde estudias tú, te leo!

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Cómo sentirse autorrealizada

Cómo sentirme autorrealizada

Nunca me sentí tan emponderada como ahora

Cuando acaba el día estoy agotada. Algunos días no hace falta que llegue la noche para ir arrastrando mis pies. Pero este cansancio me hace sentir bien. Porque es un cansancio que surge de un trabajo y sacrificio deseado.

Durante mucho tiempo me sentía cansada y vacía. Puedo decir que esta sensación de vacio comenzó en la Universidad, eligiendo la carrera equivocada. Estudié Estadística..

Pero ahora soy muy afortunada, porque hago lo que quiero. Naturalmente, no todo es color de rosas. Tengo momentos malos, como todo el mundo. Pero pocos, muy pocos.

Pasos para sentirme realizada

Después de un tiempo de reflexión soy consciente de los factores que han influido en mí, para conseguir hacer lo que me gusta. Voy a hacer una pequeña lista:

  1. Rodearme de la gente adecuada. Hace quince años que me enamoré de mi marido. La mejor persona del mundo. El me ha impulsado a segur mis deseos, siempre con los pies en el suelo. Seguir muchísimos de sus consejos y aceptar siempre su ayuda, ha sido esencial en mi camino a la autorrealización. Es muy importante no dejarse llevar por críticas no constructivas. No absorber los miedos de otros, es crucial.
  2. Cambiar el chip. Dejar de pensar que la vida es lo que nos ha tocado. La vida es lo que queremos que sea, con matices. No podemos controlar nuestras circunstancias, pero sí podemos mandar sobre nuestra actitud. Yo dejé de pensar (casi siempre) en que la vida es dejar pasar el tiempo y tomar las decisiones que yo quiero tomar.
  3. Dejar de valorar lo exterior y mirar más en mi interior. Muchas veces me cegaba querer tener otro coche, una casa más grande, casi de manera inmediata. Estaba en un error tremendo. No es malo desear cosas, lo malo es idolatrarlas de tal manera que se vuelven más importantes que nosotras mismas.
  4. No hacer caso de medios días, habiendo días enteros. Es decir, ignorar los consejos de personas que no nos importan. Hay gente que ni nos conoce y se atreve a darnos consejos sobre nuestras decisiones. Cuidado, coge lo bueno, suelta lo malo.
  5. Aprender que por mucho que se afirme algo mil veces, no se convierte en verdad. He escuchado millones de veces que hay que resignarse con nuestro trabajo. ¡De eso ni hablar! Interioricé que puedo resignarme o no a que no me guste mi trabajo, es mi decisión. De nadie más. Es tú decisión.
  6. Conocerme a mí misma. No fue fácil empezar, y mucho menos continuar, el proceso de autoconocimiento. Conocer mis fortalezas y debilidades fue crucial para cambiar mi manera de ver la vida y perseguir mis sueños. A veces fue duro ver ciertos aspectos de mi interior más profundo, pero ahora me siento genial.
  7. Aprendí que sí puedo rendirme. ¡Por supuesto que podemos rendirnos! También es nuestra decisión. Yo elijo rendirme o continuar luchando. Mis sueños no son más importantes que yo. Mi salud mental está por encima de mis deseos. Me permito parar, para después continuar o dejarlo para siempre.
  8. Aprendí que, por encima de ser madre, hija…, soy mujer, soy persona individual. Y como tal, necesito mi tiempo y mi espacio. La autorrealización conlleva independencia.

Autoestima, esa gran desconocida

Lo más importante de todo para sentirme realizada o satisfecha conmigo misma, es quererme. No siempre lo hice y fue la peor época de mi vida. En el momento en que empecé mi terapia psicológica, y supe que era el amor por uno mismo, todo comenzó a cambiar en mí.

El proceso de autorrealización estaba en marcha, y aún no ha parado…

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Mi día a día, opositando y trabajando

Blog opobox

Hoy he estado reflexionando sobre lo que hago durante todo el día. Cuando llega la noche caigo rendida de cansancio y sueño. Y a pesar de no parar en toda la jornada, hay noches que tengo la sensación de que no hice lo suficiente.

Por eso me puse a pensar, para saber cuanto de eficiente soy. Y madre mía.. la verdad es que no se como hago para sobrevivir… (sí, exagero un poco)

Ya sabéis que soy opositora, trabajo y, por encima de todo, soy madre de dos monstruitos. Y soy las tres cosas, 24 horas al día, siete días a la semana.

Mi rutina diaria

Las mañanas, en las que mis hijos están en el cole, son para organizar la casa (que es también mi lugar de trabajo) y para Opobox.

Me levanto a las 7. Organizo un poquito todo (camas, barrer, recoger juguetes…) Preparo la ropa de los niños y los despierto. Es un momento complicado del día, porque son dormilones y casi siempre toca regañiña (que estrés). Y a las 9 los llevo, muy felices, al cole. Ellos se quedan contentos, pero yo más.

Ese momento, de llegar a mi casa en silencio, y tomar un café, que preparé con anterioridad…. ese momento… es oro. Generalmente lo tomo viendo las noticias (aunque a veces prefiero no verlo..)

A continuación me pongo a trabajar. Ya sabéis que mi trabajo, además de las labores de la casa, es Opobox. No sólo es mi trabajo, también es mi negocio.

Esto, al contrario de lo que piensan algunas personas, no hace que tenga menos horas de trabajo, que me pueda escaquear. Al contrario, si quiero que mi proyecto vaya bien, tengo que esacrificar mucho de mi tiempo con él.

Hasta la una, más o menos, preparo vuestras cajitas con toda mi ilusión, contesto vuestros correos electrónicos, preparo las cajas de los meses siguientes (todo con la gran ayuda de mi marido)

Y hasta aquí la quietud y la paz. Porque a las dos salen mis niños del cole, y no tienen que volver por la tarde. Así que los recojo y comemos mientras me cuentan sus cosillas (las que quieren contarme, claro)

Y ahora toca recoger la cocina, cosa que odio soberanamente.. En fin..

Las tardes son para hacer recados, actividades extraescolares y cositas varias como la cena, preparar baños de los niños..

A las siete, aproximadamente, me siento a estudiar. Lo de sentarse es un decir, porque mientras estudio puede estar preparando la cena, la comida del día siguiente,.. Me gusta preparar la comida el día antes, para tener las mañanas completas para Opobox.

Estudio tres horas, o un poco más, depende del día. Si estoy muy cansada, y veo que no soy capaz de captar toda la información con claridad, lo dejo y mañana será otro día. Como siempre intento no sentirme culpable por dejar de estudiar antes de tiempo. A veces lo consigo, a veces no. Es un proceso…

Y ya llega el grandísimo momento, lo mejor del día. Los niños van a dormir y mamá a leer o ver una serie. Casi siempre leo al menos media hora, y después me duermo viendo una serie. Siempre me duermo y al día siguiente tengo que echar el capítulo para atrás para ver lo que me perdí.

Bendito fin de semana, a veces

Los fines de semana son un poco más relajados, pero no son de relax total. Siempre tengo que hacer alguna cosilla de Opobox, estudiar, limpiar (por supuesto).. Pero dejo tiempo para estar con mi familia.

Jugamos a juegos de mesas. Aunque no soy una gran aficionada a ellos, a Mateo le encantan y es una buena manera de tener momentos de calidad.

Los domingos por la tarde toca peli con mis niños y mi marido. Nos preparamos unas palomitas o chuches y a disfrutar.

Os voy a confesar algo. Los fines de semana también juego a la Xbox. Al juego de fútbol que se llama Fifa. Es un poco extraño, pero me encanta el fútbol. Y jugar a este juego me resulta súper divertido.

Y hasta aquí mi semana. Casi siempre son iguales, las semanas. O muy muy parecidas. Pero no me importa en absoluto, porque como ya os comentado infinitas veces, adoro la rutina.

¿Me contáis vuestro día a día? Me encantaría saber como lo hacéis, para intentar mejorar las áreas donde flaquea mi semana.

Un abrazo! Gracias por leerme siempre.

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SuperOpobox Marzo 2022
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Como encontrar mi motivación

Después de tanto tiempo estudiando, meses o años, la motivación puede salir volando por la ventana. Y no siempre sabe como volver a casa. Y por mucho que la llamemos no vuelve..

Por eso yo intento atraerla con métodos, poco ortodoxos, la mayoría de las veces.

Supongo, que aunque piense de mis propias técnicas, que son raras, cada persona tendrá las suyas. También peculiares, pues son personales.

El asesinato de sócrates

Cosas que me motivan a estudiar a tope

  1. La primera es la más importante, y por decirlo de alguna manera, la más sensata. Recuerdo el motivo por el cual empecé a opositar. Tomé la decisión de ser funcionaria para tener un sueldo fijo para toda la vida, que me permita pasar tiempo con mis hijos y mi marido. No perder el motivo real de opositar, es importantísimo para mi, para mantener una regularidad en cuanto al estudio.
  2. Escucho música ¡y canto! Es decir, si un día llueve mucho debéis pensar que estoy desmotivada. Cantar revitaliza a cualquiera, creo yo. La música tiene mucho poder. Sobre todo el de intensificar nuestras emociones y sensaciones. En mi caso también hacer crecer o aparecer la motivación. Me pongo a Manuel Carrasco y ¡pa´rriba!
  3. Desconecto leyendo un buen libro. Da igual el género literario. Aunque prefiero leer novela negra o libros de autoayuda. En este momento no estoy leyendo ninguno de este tipo. Tengo entre manos “El asesinato de Sócrates”. Basado, obviamente, en la antigua Grecia. Es un buen libro porque hace descansar mi mente, y me pongo a estudiar con más ímpetu.
  4. Veo series antiguas. Es extraño, pero tiene su explicación. Cuando estudiaba, cuando era más joven, tenía algunas series que me encantaban. Todas españolas. Seguro que quienes tienen 40 años, aproximadamente, las conocerán. Os las digo, pero no os riais. ¿Recordáis “Hospital Central”, “El comisario”, “Compañeros”…? Pues estas series veía yo, mientras pasaba a limpio mis apuntes. Por eso cuando las veo, recuerdo aquel momento dulce de estudio y me motivo. ¡Soy capaz de estudiar como antes!
  5. Miro perfiles de Instagram de personas que estudian (de verdad). Soy de la opinión de que el entusiasmo se contagia. Conocer gente con las mismas inquietudes y preocupaciones, me encanta y me ayuda. ¿A tí también?
  6. Me pongo una fecha imaginaria de examen. Al empezar a estudiar una oposición nunca sabemos cuando será la gran prueba, nuestro examen. Se pierde, de esta manera, la noción del tiempo. Se desvirtua el objetivo de nuestro estudio. Por eso necesitamos, al menos yo, una fecha de examen. Una meta que se vea. Pues eso, que yo me invento mi propia fecha de examen.
  7. Le digo a mi hermana que “me pregunte la lección”. ¡Sí, como en el cole! Si mi herama me lo pregunta, tengo la “obligación” de estudiar antes. Es mi profe particular.
Motivarse para una oposición

Cero culpabilidad si la motivación no viene

Si, con todos estos truquitos, no consigo motivarme, intento no sentirme culpable. Si creo que, no estudiar, es un gran error por mi parte, entro en un bucle muy negativo. Una rueda de sentimientos negativos que no para de girar. Cuesta ponerle freno. Por eso intento que no empiece a moverse.

Es de vital importancia no sentirnos culpables. Si algún día no hay motivación, no hay y punto. Mañana será otro día.

¿De qué sirve machacarse por no estudiar? Sólo sirve para generarnos ansiedad. Y estudiamos aún menos. Es la pescadilla que se muerde la cola. Un círculo vicioso.

Por eso, busquemos la motivación. Pero si no viene, relax. Quizá hoy no es día de estudiar, sino de descansar.

Cuando menos lo esperemos aparece nuestra amiga…

¿Cómo os motiváis vosotras?

Gracias por leerme siempre!

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SuperOpobox Marzo 2022